miércoles, enero 24, 2007

Nostalgia

"Nostalgia es que te ha pasado algo bueno y lo hechas de menos".
Así definía Caye (Candela Peña), la protagonista de Princesas su idea de nostalgia. Desearías que lo bueno que te ha sucedido se mantuviera siempre. Sentimiento lógico, desde luego, porque a nadie le gusta salir de ese espacio o momento de bienestar que la vida, la suerte, o tus propios méritos han conseguido alcanzar.
Pero ella seguía inquiriendo, ¿será posible que haya nostalgia sobre algo que todavía no ha pasado?. Efectivamente, ¿es posible la nostalgia anticipatoria? Quién no se hace esa misma pregunta muchas veces. ¿Es posible soñar, esperar que lo que queda por venir llegue a ser mejor que lo que hemos sentido, vivido hasta ahora? ¿Merece la pena invertir ilusiones (y esfuerzo) en ello? Porque aquello de "virgencita, que me quede como estoy" puede que sea más realista, pero resulta demasiado resignado. Pone poco, la verdad.
También en el terreno profesional esta historia de la nostalgia tiene su mandanga. Andy Hargreaves achacaba buena parte de los problemas del educación actual a la nostalgia. La nostalgia que sentimos los profesores para quienes todo ha ido empeorando en la educación en los últimos años.
Porque la nostalgia es como el colesterol, las hay buenas y malas. Hay nostalgias constructivas y otras que son destructivas. Las primeras te llenan de anhelo por actuar. Lo bueno que te ha pasado o has hecho se convierte en fuente de fuerza para que lo que te pase o hagas ahora sea tan bueno o mejor que aquello. La segunda nostalgia es destructiva porque acabas aceptando que cualquier tiempo pasado fue mejor, que las cosas ya no son como eran, ni podrán serlo. Con lo cual, la única alternativa es resignarse a lo que tenemos y tratar de sobrevivir.
¡Qué facil es decirlo! Pero yo mismo, sin ir más lejos, necesitaría un curso intensivo sobre nostalgia. Sobre la nostalgia buena.

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