lunes, septiembre 16, 2013

A relaxing tea cup, please!

Hi!, here I am again, le he saludo esta mañana al blog. Me ha mirado con cara rara como si, a estas alturas, fuera casi un intruso. ¿Y tú de qué vas?, me ha contestado displicente, ¿de dónde sales? Pues ya  ves, me excusé, necesitaba urgentemente something to relax me. No mola eso de estar pensando que ponerte a escribir algo que no sea trabajo es quitarte tiempo y vivir agobiado. Bueno, y que tenía ganas de verte de nuevo. ¿Te parece mal? Ni mal ni bien, tu sabrás si vienes por aquí o no. Me molestan tus ausencias porque un blog que no se renueva es como entrar en coma. La gente se cansa de entrar y ver que no hay nada nuevo. Al final se van. Lo siento, le he tenido que conceder, también para mí ha sido un poco como ponerme en stand by. Tuve que hacer un bypass para canalizar todas las energías hacia cosas más pragmáticas. Pero eso resulta agotador. Necesitaba el aire fresco del blog y poder decir alguna tontería que otra. Pues tú dirás..., me dijo.

No hoy, no. Esto es como una primera cita. Bastante he tenido con acordarme de la dirección y el password. Por cierto, te veo con otra pinta. Al principio pensé que me había equivocado de blog. ¿Qué te has hecho?  Pues ya ves, unos retoques. Pasó por aquí tu amiga Lina y se empeñó en que resultaba tan antiguo como tú y que tenía que remozarme. Y ya ves, me cambió la configuración. Un color más guai y moderno, y algunas otras pijadicas de estética. Pero yo me siento igual. Bueno eso espero, a mí me gustabas como estabas. Y tú, contraataca el blog, ¿qué te has hecho? Te veo raro. Pues ya ves, ha sido una transacción con mi asesora de imagen. Visto que de pelón se iban remarcando cada vez más las arrugas, me sugirió que me dejase crecer unos ricitos para disimular. Así mientras la gente sonríe por la melenita y los rizos, no se fijan en otras cosas. A ver cuanto dura.

Bueno, pues eso, que ya estoy aquí de nuevo. No me compensa tanta obsesión por el trabajo, tengo que desconectar. Espero que me ayudes. ¡Pa eso estamos!, me concedió ya más afectuoso. Por ciero, le dije, esta semana vi la película "La gran familia española", un pasatiempo sin mucho recorrido. Ya la comentaremos. 
Y nos despedimos.¡Bienvenido!¡Bienhallado!.