miércoles, enero 10, 2007

Mi amor

Mi amor. Hoy me levanté con muchas ganas de decírtelo: te quiero. Ni te imaginas cuánto. Pese al estres postvacacional del que hablan los expertos, pese al inicio de una medio depresión "atípica" (buena forma médica para decir que no se sabe de dónde viene), pese al tono gris ceniza del momento, te quiero muchísimo. La vida tiene eso de maravilloso, nos une ¿azarosamente? a personas tan distintas a nosotros mismos que la previsión fácil es pensar que la relación no puede durar. Pero dura. No sé, quizás dura lo que la hacemos durar. Yo estoy notando mucho tu esfuerzo para que lo nuestro dure. Ya sé que no te está resultando fácil. Y eso es lo más hermoso, sentir tu pelea, cómo te lo curras. Incluso tus quejas, tus reclamaciones no son otra cosa que implícitas declaraciones de amor. Podrías decir que renunciabas, que no te compensa, que tienes opciones más divertidas y menos estresantes. Pero no lo dices. Te adoro.

Hoy es un día particular. No sabría definirlo. Triste y alegre a la vez, gris y radiante. Día de sentirse nuevo y fuerte pero estando un poco depre y desorientado. Hoy es el fruto de ayer, y eso me hace sentirme débil yo pero fuerte contigo. Y es la víspera de mañana, cuando necesariamente he de sentirme mal, sin sosiego, con dolores contenidos durante todo este año. Quizás por eso siento la necesidad de alguien con quien pueda dejarme sentir, aunque sean sentimientos contradictorios. Por eso está siendo tan importante para mí tu presencia cariñosa, atenta, paciente. Te adoro, mi amor.

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