Querida paula, aquí, entre prisas aeroportuarias (ya han llamado a embarcar pero como me han pasado a bussiness puedo permitirme el lujo de esperar un poco mas) quiero enviarte mi felicitación en este ano tan especial. Ya sé que no debe apetecerte mucho celebrar nada, pero a los demás si nos apetece aprovechar esta fecha para aproximarnos a ti y hacerte protagonista de los muschos afectos que te has ido ganando durante todos estos meses. Y celebrar lo bien que has llevado todo este calvario. Teniamos que mirarte de vez en cuando para podernos relajar, para ver las cosas de una manera serena. Has sido fuerte y has estado viva. No has roto tus proyectos con lamentaciones. En fin, corazon, nos tienes a todos (y a mí muy en particular) absolutamente fascinados. Calculo que la procesión va por dentro, como la de todos, pero lo estás haciendo muy bien. Has sido capaz de reforzar las redes que ya nos unían (por eso la imagen que acompaña este post, en lugar de las clásicas copas de champán chocándose). Y hasta nos has hecho ganar un pellizquito a la lotería. No se puede pedir más.
De todas formas, lejos de mí aprovechar este día para volver sobre pesadumbres pasadas. Solo quiero que sepas que, aunque estemos lejos, te recordamos y que te mereces celebrar con entusiasmo tu santo. Con esa alegría y simpatía que es tu mejor tesoro. Que lo pases muy bien, pichurrita.
Un besazo desde el D.F y me voy que perderé el avion.
De todas formas, lejos de mí aprovechar este día para volver sobre pesadumbres pasadas. Solo quiero que sepas que, aunque estemos lejos, te recordamos y que te mereces celebrar con entusiasmo tu santo. Con esa alegría y simpatía que es tu mejor tesoro. Que lo pases muy bien, pichurrita.
Un besazo desde el D.F y me voy que perderé el avion.
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