domingo, noviembre 05, 2006

Modernidades


 
Hasta hace bien poco tiempo hubiera dicho que todo este rollo de los blogs no son sino modernidades. Modernidades en lo técnico y ganas de exhibición narcisista en lo personal. Y sin embargo aquí estoy, iniciando una aventura de comunicación sin destinatario, una especie de diario clandestino. Tiene su morbo y también su interés. Supongo que cada quien comienza a escribir el blog por razones bien diversas. O sin ninguna razón. En mi caso es un intento más por buscar medios de expresión que sirvan para dar salida a presiones, ideas y emociones que con demasiada frecuencia se agolpan en tu cabeza y precisan ser reelaborados a través de la escritura. La posibilidad de que otra gente los lea me genera una cierta ansiedad. Quizás eso limite más las cosas que quieras contar. Yo escribo habitualmente mi diario, pero también en ese caso corres el riesgo de que caiga, por alguna casualidad, en otras manos y que lo que fue escrito para no ser leido más que por tí (¿es posible que alguien escriba algo para ser leido sólo por él?, ¿no habrá siempre un deseo inconsciente de que alguien acceda a él?) sea desvelado por otros. También me ha animado el hecho de que otros buenos amigos y amigas tienen su blog y dicen que les ha servido mucho. Veremos qué da de sí. De momento ya he superado los primeros trámites de buscar un servidor que lo aloje y de seleccionar el formato. Hasta aquí ha resultado sencillo.

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