viernes, marzo 30, 2007

El Orfeón pamplonés


Fue una experiencia maravillosa acudir al concierto de ayer. La Real Filarmonía de Galicia, con Ros Marbá de director, interpretaba “Un réquiem alemán” de Brahms. Pero lo más sugestivo para mí era que actuaba el orfeón pamplonés. Es en estos casos cuando salen a relucir las esencias navarras que llevo dentro y sientes el orgullo de ser pamplonica. Bueno pues las expectativas se cumplieron por todo lo alto. Fue un concierto de esos que resulta difícil olvidar.
Todo el concierto fue espectacular, pero hubo momentos de auténtico orgasmo musical, esas sensaciones en que te sientes totalmente mecido por una melodía cautivadora que te envuelve y te absorbe y acaba adueñándose de ti. Cien voces entonando los “vivace” y “allegro” de algunas partes del réquiem producen sensaciones difíciles de narrar.
Aunque pudiera parecer que un réquiem tiene que ser algo pesado y aburrido (más aún si es en alemán), nada de eso sucede con esta pieza. Si siquiera tuvimos intermedio. Hora y media de placer continuado.Al final me crucé con algunos otros amigos navarros, fieles también ellos a los conciertos. Y bastó con un guiño cómplice para saber cómo habíamos disfrutado y como nos sentíamos satisfechos con la visita del Orfeón pamplonés.

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