Viaje a Málaga esta semana. Muy accidentado. Con retrasos de aviones, pérdida de conexiones y las consabidas secuelas de que pierdes el día en el aeropuerto. Y lo que debía durar dos horas dura 10. Pero vamos al tema.
¿Qué es lo mejor de ser hombre? ¿Y lo mejor de ser mujer?
Eso es lo que iba peguntando ayer un estudiante (supongo que de periodismo) en la Facultad de Educación de Málaga. Armado con su micrófono y una grabadora pequeñita se pasaba por las mesas de la cafetería. En la nuestra estábamos un grupo de profesores varones y una compañera. Y todos miramos hacia otro lado despavoridos. Muy difícil dijo alguien. Mala pregunta, dijo otro. ¿Y por qué ha de haber un mejor de los hombres distinto del de las mujeres?, dijo ella. Ante la insistencia, un poco light hay que reconocerlo, del estudiante (ya se debía haber dado cuenta de que éramos profesores y de que poco iba a sacar en límpio de nosotros) todos querían escaquearse y marchar a pedir su café. Total, que al final, ninguno de los 6 de la mesa fue capaz de dar su respuesta. ¿Difícil? ¿Incómoda? ¿Demasiado vulnerable a los tópicos (por supuesto, no dejó de salir aquello de mear de pie)?
Luego me quedé pensando. ¿Y qué es realmente lo mejor de ser hombre? ¿Será que que hemos llegado a un estado de resignación tal que ya lo de ser hombre es sólo la cruz de género que te toca llevar? Las cosas que hacían los hombres ya no son de hombres o ya no dan para enorgullecerse de ellas. Todo aquello de la "fuerza física", la "firmeza", la "racionalidad" son valores en franco declive. Y en todo lo demás nos superan las mujeres.
No es que tenga nostalgia de todo eso. Pero es verdad que las cosas están cambiando mucho. Y en esos cambios, los hombres nos estamos quedando casi sin referentes. O quizás sea que los que nos quedan son blanditos y es como pisar en un colchón de aire de esos que ponen en las ferias para los niños. Demonios, ¿qué es lo mejor de ser hombre?
Sí, ya sé que hay una respuesta inteligente: "lo mejor de ser hombre es que así podemos relacionarnos con las mujeres y disfrutar juntos". Pero me parece demasiado oportunista y un poco patética. Y hasta podrían tacharla de sexista.
En fin, un lío. Eso debe pensar el ensimismado pensador de la calle Larios, de Málaga. Quizás haya pasado por ahí hace un rato el estudiante de marras con su preguntita. Y mira como ha quedado, el pobre. Dejémoslo en que no es una buena pregunta.
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