viernes, febrero 02, 2007

La cincuentena

Acabo de terminar la novelita de Vargas Llosa, La tía Julia y el escribidor. Muy interesante por el trabajadísimo lenguaje que utiliza el autor. Hay párrafos que se diría han sido elaborados con esa minuciosidad propia de los orfebres, cada adjetivo, cada estructura sintáctica parece surgir de un laboratorio donde se hubieran sopesado todas las alternativas para quedarse con la más rica, o la más chocante.

Tampoco la historia está mal y acaba envolviéndote en las aventuras y desventuras de un enamoramiento asimétrico. Tiene el encanto añadido de describir Lima con gran lujo de detalles.

Pero he de confesar que lo que la ha hecho más interesante han sido los textos de Camacho para sus radionovelas. Y esa coletilla permanente, al describir a sus personajes principales, de que estaban, como la ciencia lo había demostrado con solvencia, en lo mejor de su vida, la cincuentena.

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