lunes, octubre 08, 2007

New York


Ya había bautizado a este viaje, antes de iniciarlo, como viaje “desastre” y no hay peor cosa que hacer una cosa así porque después la profecía se cumple. Pero en fín llegué a Nueva York con muchas ilusiones y con un ansia enorme de vivir mi estancia allí “a tope”. Y me encontré a Nueva York. Y me encontré conmigo mismo. Mucho encuentro para tres días intensos.

Ya sé que al regreso todo el mundo me va a preguntar qué me ha parecido NY. La pregunta correcta, en mi caso, no sería esa sino cómo he vivido Nueva York, pero claro, eso a los demás les importa un carajo.

Mi sensación más fuerte de NY es que es una ciudad inmensa construida en vertical. Estás siempre mirando hacia arriba. Supongo que para los ideólogos medievales de las construcciones religiosas sería una ciudad ideal. Pasarse el día entero mirando hacia el cielo, admirando las enormes construcciones que son capaces de hacer los hombres y su técnica (ayudados por Dios, añadirían ellos, supongo). Y la verdad es que vas de oh! en oh! porque cada una es más arriesgada, más alta, más esbelta. Así que hay una NY hacia arriba de la que no puedes sino admirarte. Pero, al final es siempre lo mismo y ya te cansas y te duele el cuello. Y eso, que esa NY de las alturas tiene diversas lecturas. A míme habría gustado oir los comentarios de algún arquitecto o urbanista que seguramente me habría hecho descubrir cosas en las que yo ni me fijaba. Pero mi mala suerte fue que el guía que llevábamos sólo estaba interesado en qué famoso vivía en cada torre y cuánto costaban los apartamentos que tenían. Así que nos pasamos el tour enterándonos de las direcciones de los famosos y de las enormes cantidades que gastaban en vivienda. Daba la impresión que sus fuentes bibliográficas no superaban la versión americana del Hola.

La NY de abajo, de a pie de calle es más admirable. Aunque a veces vamos a los sitios más por los edificios que por la gente, sigo prefiriendo más ver gente que edificios.Y en eso NY es espectacular. Mi hotel estaba tocando al Rockefeller Center, en plena 5ª avenida, así que la gente con la que tropezaba era casi siempre gente guapa. Pero como también anduve mucho por toda la ciudad (una de las tardes recorrí a pie la calle Broadway de abajo arriba y eso debe ser muchísimo) la imagen que tengo es bastante polícroma. Claro que la zona del hotel estaba lena de limusinas impresionantes. A veces tres y cuatro aparcadas en la salida de algún hotel de la zona. Otras veces circulando por las calles casi en caravana. Una pasada. Y junto a eso mucha policía. La primera noche fue todo un espectáculo ver unos treinta coches de policía todos con las luces y las sirenas dadas ocupando toda una calle lateral del Empire State. La quinta avenida y las tiendas esas de ricos estaban preciosas y sugerentes, aunque uno las veía tan lejos de su mundo que solo entré en varias de ellas (Tiffanys, Cartiers, las tiendas de moda, etc) para mejorar mi nivel de humildad. Cruzar el Soho, Chinatown, la zona judía o la pequeña italia, fue menos espectacular, pero también muy interesante.
Me defraudó la zona cero. Quizás porque está en obras y la tienen cerrada. Pero han dado tanta importancia a esa fecha, fue un desastre humano tan grande que llama la atención lo poco expresivos que han sido a la hora de construir un memorial de recuerdo,aunque sea provisional. Creo que los edificios que están construyendo van a ser espectaculares. ¡Qué diferencia con el estilo de recuerdo de los ingleses con Lady Di, y eso que ella fue solo una persona.
Bueno pues esto fue mi NY físico. Mañana me referiré al personal. A las vivencias.

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