domingo, septiembre 30, 2007

San Miguel


Aunque en Navarra celebramos los cumpleaños, en Galicia se celebran los santos. Al menos en mi familia. No los gusta celebrar el paso de los años. Y está bien así. Son fechas más reconocibles. Bueno, eso antes, que nos ponían nombres de Santos. Ahora no se podría.
Estar “de santo” es interesante, aunque estresa un poco. La gente te llama para felicitarte. Eres el centro de atención y te hacen regalos. Es decir, un montón de motivos para que sea un gran día. Y ni siquiera tienes ese sabor amargo de los cumpleaños al tener que aceptar que te cae un año más encima. Los santos son fechas más amigables.
Bueno, pues eso, que hoy es San Miguel y el menda está de santo. Ha sido un día lleno de emociones. Algunas bien profundas. Ya no es solo que las personas que quieres se acuerden de ti y te llamen para felicitarte. A veces, incluso, con sorpresas gratificantes. Pero en esto, como en todo, hay todo un mundo de tonos y matices. Y hoy he podido vivir la sensación profunda de ese cariño intenso y dedicado, del aprecio profundo y las ganas de hacerte feliz por encima de todo. Ha sido un día muy especial.

Yo estaba predestinado a ser Miguel, aunque me dice mi padre que el Miguel es más suyo (que se llama Pedro) que mío. Que el patrón de su pueblo era San Miguel, que me bautizaron en una iglesia con ese nombre, que vivió en un barrio que se llamaba así y trabajo en un bar que también tenía ese nombre. Yo le he dicho que lo que sucede es que yo ya estaba predestinado a llevar ese nombre antes de que él lo decidiera. Lo entendí cuando compre en una feria uno de esos famosos cuadritos con los nombres más comunes.
El cuadrito dice que Miguel viene del hebreo mikha que significa “dios es justo”, aunque a mí me gustan más otras interpretaciones que dicen que Miguel significa “casi perfecto”, o “casi como dios”. Pero lo mejor viene después cuando el cuadrito trata de explicar el carácter de los migueles:
La libertad y la independencia son algo sagrado para él. Es adaptable, elegante, muy curioso y con una inteligencia que le permite asimilar conocimientos y experiencias para luego aprovecharlas en su favor. Se considera capaz de hacer cuanto puedan hacer los demás, incluso mejor. En el amor es sentimental”.

¡Clavado! Salvo por lo de elegante, se diría que el tipo que escribió esto me conocía. Joroba un poco pensar que si eres así, lo eres por llamarte Miguel y no por el esfuerzo que haces cada día. Pero qué les vas a hacer. Siempre es bueno que digan cosas agradables de ti, aunque se las atribuyan a tu nombre. En todo caso, estoy encantado de ser un Miguel (migueliño para los próximos).

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