miércoles, enero 12, 2011

Berta.


Berta. Nuestra Berta.
Vaya por adelantado que lo de nuestra es un decir, aunque algo nos tocará a los abuelos, digo yo. Pero no vayamos a comenzar con malentendidos. Berta es en primer lugar de sus papás y luego, un poquito también de los abuelos. Un poquito. Una vez, siendo estudiante en Zaragoza, se me ocurrió decir a una compañera de guateque “mi chica” (expresión cariñosa en Navarra) y se me puso como una fiera, como si el “mi” en lugar de cariño significara posesión. Pues eso, "nuestra" significa que la queremos y que la esperamos con mucha ilusión.
Nuestra Berta. Curioso. Antes los niños venían “con un pan bajo el brazo”, ahora llegan con un blog (http://bertapasoapso.blogspot.com/ ) y un pedigrí ya documentado. Va a ser una auténtica bebé iPod. ¡A ver cómo hacemos los abuelos para que después le gusten los cuentos tradicionales en papel! Y las aventuras de abuelo que voy guardando para ella, sobre mi pueblico Saigós, sobre mi escuela del siglo pasado, sobre la mili, sobre su padre de chiquito, ¿qué hago con ellas? Bueno, también puedo enviárselas a través mensajes electrónicos, aunque no sé si será lo mismo.
Nuestra Berta. Bendita criatura. Aún apenas concebida fue ya una gran noticia. Esas cosas que normalmente se llevan en secreto hasta que la barriga de la mamá empieza a abultarse, en ella se hicieron públicas pronto. Y así, pudimos festejar su presencia también pronto. Total, que comenzó rompiendo las reglas antes de nacer. No quiero ni pensar cómo va a ser la cosa cuando llegue a la adolescencia.
Nuestra Berta. Ahora todo es distinto. Hemos seguido con intensidad y mucha ilusión cada fase del proceso intrauterino. Estamos en tiempos de trasparencia y un poco de voyeurismo. Menos mal que aún sigue siendo íntimo el momento de la concepción, aunque seguro que a las cámaras de Gran Hermano tampoco les importaría completar la documentación. La cosa es hacer visible lo que siempre fue una caja negra (sabíamos que dentro pasaban cosas, aunque no sabíamos cuáles y, sobre todo, cómo funcionaban). Estamos perdiendo esa capacidad de aceptar el misterio, de diferir el deseo. Ahora necesitamos verlo todo en imágenes, cuanto más realistas mejor. Al lado de la casa de Coruña, las hacen ya en tres dimensiones. Osea, que casi se podrá tocar. Dentro de poco, hasta les harán entrevistas antes de nacer. Es como si no nos creyéramos las cosas si no las vemos. Menos mal que la información realista no mata la ilusión sino que la matiza. Y, en este caso hace crecer la fantasía. Lo tienen peor sus papás que se dedican a eso y saben leer las imágenes con ojos de especialista. Para los demás, ver a Berta, en esa imagen borrosa es imaginársela. Se le ve-imagina el cuerpo, la cabecita, la mano. Y ahí podemos imaginarla saludando con su manita a quienes podamos verla desde el otro lado de la ecografía. Parece que hace el gesto americano del O.K. con puño cerrado y el pulgar abierto hacia arriba. Debe ser que todo está bien por allí adentro, que le llegan los suministros con regularidad y que la crisis apenas se nota. Pero al ritmo que van las cosas, esa satisfacción le va a durar poco a la pobre porque enseguida se va a enterar de lo que significa vivir en un local bien estrecho sin apenas poder moverse. Y va a ser peor aún cuando le llegue la orden de deshaucio y tenga que dejar a la fuerza su alojamiento. La vida es dura, Berta, corazón, pero verás que merece la pena.
Nuestra Berta. Pues nada, pichurrita, aquí estamos a tu espera. Ya queda poco para Mayo ( que también es mi mes y el de varios de mis hermanos y sobrinos; va a ser un mes lleno de cumples). Todos esperamos que las cosas sigan igual de bien hasta el final. Con un papá médico y una mamá matrona ellos se preocuparán de que así sea. Estate atenta a lo que te digan y verás que todo sale bien.

Bueno, corazón, tu papá te va contando cosas y poniendo fotografías en tu blog para que las veas en cuanto tus avances en la Educación Infantil te lo permitan. Se le ve cada vez más ilusionado. Fíjate que le vas cambiando desde antes de nacer. Antes era mucho más reservado. El abuelo también te contará cosas en el suyo. Papá sabe más de Medicina y de esas cosas importantes, pero yo sé más de niños y tengo cosa muy divertidas que contarte. Ya verás, lo vamos a pasar guay.

1 comentario:

Cardioenterólogo dijo...

muy bonito abuelo.
Gracias.

El blog se llama bertapasoapaso.blogspot.com