sábado, septiembre 19, 2020

UNO PARA TODOS

 



Había visto el tráiler y me gustó. La estrenaban ayer, viernes. Dudé si esperar a que pasara algún tiempo tras el estreno para poder escuchar algún comentario y así hacerme una idea de qué podía esperarse de la película, pero al final me entraron las prisas y me fui al estreno. Es una peli sobre educación, me dije, nada de retrasos.

Y bien. Sí, de veras. Es una película sin grandes pretensiones ni en el formato, ni en el elenco (de hecho, la mayor parte de los personajes, sobre todo los niños, no son profesionales y eso juega a su favor), ni en la historia. Pero, pese a ello, te atrapa y te llega al corazón. Ilundain, pese a su corto bagaje en la dirección (todo se andará) hace un trabajo estupendo. Y, David Verdaguer, el protagonista Aleix, borda su papel, le da vida y lo convierte en algo tan natural que piensas que te lo vas a encontrar en cualquier momento en el bar o el supermercado del pueblo.

La historia, que la película sitúa en Caspe, un pueblo muy aragonés, quiere contarnos las aventuras y desventuras de un profesor joven que llega de interino a la escuela del pueblo para sustituir a una profesora de baja por embarazo. En realidad, el asunto no es ese, pero hacen bien las guionistas situándolo en ese marco: un profe joven, nuevo e inexperto que llega a una escuela y se encuentra  con un problema de bulling que venía lastrando la dinámica de la clase sin que los docentes se hubieran percatado de ello (porque eso es lo que suele pasar en la realidad, que nadie se entera). Y así se va trenzando la película sobre tres historias: el profe novato, el problema relacional de los niños, los otros profes que no se enteran. Las guionistas aún añaden un 4º problema (la enfermedad), pero, sinceramente, creo que no hacía falta e introduce aspectos de condolencia y morbo que alteran la enorme naturalidad con que, por lo demás, abordan la situación.


Por supuesto, es una película que debería verse en las escuelas e institutos. Sobre todo, por la enorme naturalidad con que van pasando las cosas. Los problemas aparecen como tales y nadie se las da de tener respuestas claras. Todos van aprendiendo. Y, además, todo sucede con una gran naturalidad. En eso, el profe novato actúa como novato y uno acaba sufriendo sus mismas dudas pensándose en situaciones similares a las que él afronta. Los niños y niñas de 6º de Primaria están muy bien, quizás un poco pegados en exceso al papel que les han encomendado, pero lo hacen con mucha naturalidad. Se hacen creíbles.

En definitiva, una película que merece la pena verse. Además, se pasa bien. Tiene detalles muy simpáticos: esa gota de agua desesperante (a punto estuve de ofrecerme yo mismo para buscarla y arreglarlo), ese estar desgarbado y perdido típico del tipo de ciudad que cae en un pueblo, la niña árabe haciendo traducción libre a su madre, en fin… buenos detalles. También detalles pedagógicos en el desarrollo de las clases (con ese guiño a la película El club de los poetas muertos), en las ideas que les propone, en la búsqueda permanente de la cohesión del grupo. Es profe novato, pero con toda la energía y creatividad que ese estatus le concede.

Y por si faltaba algo, cuenta con una buena imagen (un canto a Caspe, al que trata con el mismo cariño que Woody Allen a Nueva York); un ritmo tranquilo, casi de documental, una música muy agradable y un buen guion.  Más que suficiente para los tiempos que corren.

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