miércoles, junio 13, 2007

Final de curso


Se nota que estamos a final de curso. Parece que todo se va haciendo un poco más cuesta arriba. Y eso que debería ser al revés: dado que se acercan las vacaciones, eso tendría que animarnos por la cosa del “ya falta menos”. Pero ni por esas.
Lo que pasa es que todo se agolpa. Cada vez son más las cosas que quedan por hacer. Es terrible esa sensación. Te pasas el día tratando de ir resolviendo los compromisos y llega la noche y no sólo no tienes la sensación de haber avanzado sino que, al contrario, ves que te quedan más deberes de los que había por la mañana. Así que, de todas maneras, como no es posible completar los compromisos, pues te lías la manta a la cabeza y que sea lo que dios quiera. Eso explica que hoy esté en Granada.

Estoy aquí para discutir con los colegas de la Facultad de Educación sobre el futuro Grado de Pedagogía. No sé si es un buen momento para esos tema. Por un lado está toda la apatía política de estos últimos meses en relación a este tema. Es como si todo el mundo estuviese a la espera de que el MEC mueva ficha. Hemos dado tantos pasos en falso que ya nadie se atreve a plantear cosas nuevas hasta que se marquen las líneas de avance. Pero el tiempo va pasando. Tampoco ayuda mucho este calorazo de final de curso para meterse en estos berenjenales. Pero, en fin, a mí me gustan estos asuntos y meter un poco de bulla en los debates que, por lo general, tienden a ser bastante planos.

En realidad, por eso me han llamado. Debo ser para algunos como esos personajes de la TV a los que invitan para que los debates sean más movidos. La cosa es que en la reunión de hace un año en Barcelona, cuando estos temas estaban candentes, hice una propuesta un poco loca al final de la reunión de dos días. Algunos se cabrearon porque era algo que no tenía nada que ver con todo lo que se había estado trabajando durante meses. Pero, otros quedaron encantados y quieren que se abra esa nueva línea de posibilidades a la hora de planificar los próximos estudios de Pedagogía. A mí me viene bien, también, porque el modelo ya lo he podido experimentar en Chile. Y me gustó bastante. A ver qué me dicen mañana los colegas. Pero desde luego, la reunión va a ser movida.

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