No es un título que en sí mismo resulte demasiado atractivo, pero la verdad es que me sorprendió tropezarme con conversaciones entre gentes diferentes que la recomendaban encarecidamente. Y allí fui, con algunas dudas que enseguida se disiparon.
Pobres criaturas es una película irlandesa dirigida en 2023 por el griego Yorgos Lanthimos que ya había hecho antes otros films notables como “Canino” o “Langosta”. Su cine tiene ese toque de irrealismo y distopía que le permite presentar historias diferentes. También en “Pobres criaturas” aplica ese esquema de un cine imaginativo y perfeccionista. La protagonista absoluta del fil es Emma Stoen, bien acompañada, aunque en papeles menos espectaculares, por Willem Dafoe y Mark Ruffalo.
La parte técnica es espectacular, sobre todo por el preciosismo con el que caracteriza a cada una de las escenas. Espacios interiores combados como si les estuvieras viendo a través de una mirilla, espacios exteriores coloristas donde lo natural desaparece porque todo (especialmente el color, mezclando escenas en color y otras en blanco y negro) se pone al servicio de las emociones que se pretende causar. A veces da la impresión de estar viendo un cuadro de pintura en lugar de un espacio natural. Cada escena está diseñada al milímetro tanto en las formas como en los colores, las posiciones, el atrezzo, todo. Debió ser un calvario para quienes participaron en la filmación. La música pasa un poco desapercibida, aunque se deja notar en aquellos momentos especiales de la historia. Cine puro, la verdad.
La película está basada en la novela del mismo título (Poor Things) de Alasdai Gray. La historia es original y más que fantástica, fantasiosa. Lo cual, estando en el cine, tampoco es para renegar. A una mujer joven que se suicida le sustituyen su cerebro por el del hijo del que estaba embarazada. Vuelta a la vida con esa carga, ella tiene que reconstruir su existencia con un cuerpo de adulta y un cerebro de niña. Y eso da lugar a enredos múltiples como cabe suponer. Y es ese recorrido, desde una infancia sobrevenida a una adultez de mujer libre, lo que trata de contar la película. Avanzar desde la ausencia de filtros sociales iniciales al estado de una mujer empoderada y libre es un largo camino de socialización y de experiencias personales. Se precisa experimentar, arriesgarse, aprender, romper barreras. Lógicamente, Lanthinos (y MacNamara, que es el guionista) han buscado construir un relato feminista acorde con el momento y asimilan el proceso de liberación con la experimentación sexual. Los hombres, por supuesto, o no están cuerdos; o son estúpidos, ingenuos y tóxicos; o sirven para lo que sirven (en este caso echar un polvo) y nada más. Eso da morbo a la película y, supongo, asegura un buen rédito comercial.
Con todo, más allá del argumentario feminista, es una buena película. Muy trabajada, muy preciosista, con una construcción de ambientes muy lograda y una fotografía excelente. También los diálogos me han gustado mucho, llenos de frescura y humor. Buen cine. Ya fue premio en Venecia y estará muy arriba, seguro, en los Oscars. Emma Stone se lo merece.
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