Bueno, pues en el pecado tuvimos
la penitencia. Ya nos había advertido un amigo más madrugador en el estreno que
nos evitáramos el trance pero claro, cómo vas a dejar de ver la última de Almodóvar.
Pues oye, esta vez, podríamos haberlo hecho. Hubiéramos ganado una hora y media
de tiempo, o podríamos haber visto otra película con más enjundia. Aunque, pensándolo
bien, el perdérnosla habría significado que no la podríamos criticar. Vaya lo
uno por lo otro.
Porque la película es mala. Mala
de cojones. Aparte de que te introduce en un mundo soez y patético (aunque eso
hasta podría haber tenido su gracia) te deja frío (o indignado) en casi todo.
Lo que sucede carece de interés, las conversaciones son sinsentidos
entrelazados. Agota tanto despropósito. Y hay momentos en que sientes realmente
“vergüenza ajena”.
La historia es insulsa. Un
pequeño accidente a pie de pista donde una Penélope transitoria manda al carajo
la carga de maletas que llevaba a un avión. Algo hace mal su novio/marido que
la ve y corre donde ella en lugar de seguir en lo que en ese momento estaba haciendo que no era otra cosa que retirar las calzas del avión. Avión que, sin embargo,
parte y se encuentra, luego en vuelo, con que le falla ese tren de aterrizaje
con lo que, en lugar de volar a México, se pasan el tiempo sobrevolando Toledo
hasta que les encuentren una pista para poder hacer un aterrizaje de
emergencia. La pista la encuentran al final de la película en el aeropuerto de
Castilla la Mancha, un trasunto del de Castellón que nadie ha utilizado hasta
ese momento. Y la hora que dura la película entre ambos episodios estamos en la
cabina del avión amenizados por un trío de maricas y unos cuantos personajes
patéticos de la cabina de bussiness. Por supuesto no falta el cocktail de sexo,
droga, conversaciones y gestos escabrosos, y pequeñas historias patéticas de personajes
siempre dibujados con trazo grueso: un asesino a sueldo, una madame
sadomasoquista (que dice haberse follado hasta el lucero del alba, incluido,
obviamente, el nº 1, ya saben más más arriba que el presidente del gobierno),
un corrupto (el que había hecho el famoso aeropuerto vacío de vuelos y, que,
mira tú por donde se llama Mas), una tía que es vidente y virgen (lo primero lo
lleva bien, lo segundo muy mal), una pareja de novios que primero duerme y luego
se lo montan a base de drogas y sexo (ella como mera comparsa idiota de todo el
proceso). ¡Ah, y los tres azafatos y los dos pilotos empeñados en mamarse (en
todos los sentidos del término) y en hacer increíbles la situación y los
personajes. En fin, una galería de despropósitos.
Y sin embargo, uno no puede dejar
de pensar que todo ese montaje de fuegos fatuos tiene que tener algo que tú no
eres capaz de ver. Es imposible que Almodóvar haga una cosa así. Tiene
demasiada experiencia, demasiado cine en su haber como para intentar colar de
matute una cosa tan estúpida. Queda fuera de consideración que lo que pretenda
es que nos divirtamos. Ni una sonrisa, oye. Yo que me río con cualquier cosa y
disfruto cualquier doble sentido inteligente. Ni una sonrisa. Descartado lo de
entretener. ¿Será que quiere provocar, sin más? Tal como están las cosas en la
política y en la economía, pensar que su insistencia en las mamadas nos va a
provocar es una ofensa a la inteligencia. ¿Qué ha querido Almodóvar con esta
película?
He leído que quería hacer una
analogía de la situación actual. Por eso presenta a toda la clase turista como
dormida con somníferos. Es un buen detalle, la verdad: la clase baja adormecida
mientras la vida se juega en la clase preferente, donde a su vez, todo lo que
se encuentra son personajillos perdidos en su sexo, su bebida, sus drogas.
Pudiera ser, pero es un mensaje demasiado profundo para un montaje tan pobre.
Uno no tiene esa sensación mientras ve la película. En fin, quizás tampoco haya
pretendido nada. Muchas críticas lo ponen a parir y vaticinan que ha perdido su
don y su chispa de cineasta. No me lo creo, eso no se pierde nunca. Pero me
intriga, de verdad, qué ha pasado con esta película. ¿Qué quería, Almodóvar?
¿Qué no he visto yo en el film?
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