En la alternativa de irnos a la sala de Un funeral de locos o a la de La buena letra, al final nos quedamos con esta última. Espero haber acertado en la elección.
La Buena Letra es una peli española de este año (2025) dirigida por Celia Rico Clavellino que, también es autora del guión. Toma la historia de una novela del mismo nombre de Rafael Chirbes. Está protagonizada por Loreto Mauleón que está fantástica y es quien lleva el peso fuerte de la historia, acompañada por Roger Casamajor, Enric Auquer y Ana Rujas. Los 4 están bien y construyen personajes muy creíbles.
La historia es sencilla y paradigmática: una familia con dos hermanos (que bien podrían ser dos hermanas), uno de los cuales asume el peso convencional del trabajo para sacar adelante la familia, mientras el otro (más guapo y simpático, menos convencional) va viviendo a tirones y a la que sale, pero siempre con plus de suerte que hace que todos a su alrededor le quieran y envidien. En muchas familias ha pasado algo así. Es el hijo pródigo, a quien siempre se quiere un poco más.
La directora sitúa la historia en tiempos de la postguerra, lo que hace que los propios papeles adquieran rasgos más dramáticos si cabe. El hermano trabajador lo ha de hacer en un contexto de gran dureza y escaso salario y su mujer ha de hacer milagros cotidianos para poder alimentar a todos, incluida su suegra y una hija del matrimonio. Todos echan de menos al hermano que no está y que temen muerto. Para consolar a su madre le escriben cartas como si las escribiera el ausente para que ella crea que aún vive, que le va bien y que volverá pronto. La sorpresa es que el hermano, efectivamente, vuelve y se presenta en casa. Para su madre es como un milagro que la hace feliz y lo trata como su hijo preferido. También para su hermano es un momento de máxima emoción. Los dos hermanos se llevan fantásticamente y disfrutan recuperando su infancia y juventud juntos. Pero el hermano creativo, simpático, semipoeta no dura mucho y abandona la casa y el trabajo para desaparecer otra vez llevándose, además, todos los ahorros de su cuñada. Al cabo del tiempo (no recuerdo el salto que nos indicaba la pantalla, quizás “tres meses después”) vuelve de nuevo, pero esta vez casado con una hermosa mujer, supuestamente rica y, ahora, embarazada. De nuevo comienzan días de aprecio y amistad, aunque ahora ya más matizados por lo sucedido en la etapa anterior y por las desavenencias que lastran la nueva pareja, que acaban marchando porque él se vincula a un viejo falangista rico. La fiesta familiar de la comunión de la niña ocasiona una nueva ruptura emocional pues su tío no asiste. Y todo acaba complicándose.
Cuesta contar la historia sin desvelar su contenido porque, al final, es la vida normal lo que la película nos está contando, pero lo hace con tanta maestría que lo complejo se hace simple. Hay mucha vida, muchas emociones en el film de la Clavellino. No necesita de efectos especiales, ni de fotografías epatantes o músicas de autor. Es la belleza sencilla de una mujer que va pasando por estados de ánimo variados e intensos y que te los hace ver con la expresión de sus ojos o sus posturas y movimientos. Y todo en ese ritmo lento de la vida en un contexto rural.
Me ha encantado Loreto Mauleón y la forma en que es capaz de reflejar emociones de forma corporal. No precisa hablar, nunca se irrita ni grita, pero todo su cuerpo es una pantalla que te deja ver cómo ella se siente: esfuerzo, pena, deseos, celos, ira, amor, desolación o felicidad. Ella cocina, lava la ropa, la tiende y la plancha, atiende a su hija, se resigna y lucha. Es un caleidoscopio de sensaciones. Los otros actores también están bien, sin excesos, haciendo muy creíbles sus personajes.
Es una bonita película. Una visión de la etapa de posguerra contada sin amargura. Y para quienes la vivimos o casi, supone un reconocer la figura de nuestros padres (el trabajando de sol a sol; ella metida en las labores de casa sin concederse ningún respiro; la primera radio que llegó a casa (por cierto, igualita a la que aparece en la película); la primera bicicleta, el lavadero junto al río… etc.
Una película, no sé si feminista, pero desde luego muy femenina. Y un canto al amor entre hermanos, incluso entre hermanos tan diferentes entre sí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario